lunes, 25 de febrero de 2019

Recordando (versos...)


A veces no solo el viento se lleva los pesares 
también el agua, 

el dolor de los recuerdos
y la insípida experiencia de los fracasos…

El corazón no es tan fuerte como el mismo quisiera
como un huracán impetuoso, 
así cree ser...
pero los ayeres pueden destrozarlo con un sencillo recuerdo…

Quien lo conoce, sino solo Dios.
Quien con él se complace, sino solo Dios.
Quien nos salva de sus imprecisiones, solo Dios.

Recuerdo que soy frágil, humano e imperfecto.

A veces me tomo un tiempo para disfrutarme.

Como acariciando la frialdad de estas agonías…

Pues no es vano el tiempo vivido ni el olvido pactado.

Solo es mera interrogación
querer mirar otra vez a aquel tiempo
donde fui marchito y olvidado…

Mirar, mientras recuerdo cuanto he soportado y aprendido.
Suspirar, mientras admiro la elocuencia 
de las experiencias vividas.

Solo Dios, el que acompaña y no abandona
Me da el valor para erguirme con nuevo brío!!!

08/enero/2016

Alegato poético (versos...)



Formas que no se conciben,
ni atardeceres que enmudecen.

¿Cómo insistir en atravesar estas disonancias,
si apenas entiendo lo me rodea?
¿Dónde estoy ahora mismo?
¿Cómo llego a donde deseo ir?

Mientras aun Inquiero
en el asiento de mi alma
¿A dónde caminar?
Si el inquieto espíritu y aún esta vida  
se amalgaman para
no darme tranquilidad.

Una vez que inequívocamente vuelvo a otro de
los nuevos principios
Cíclica o lineal… ¿cómo se entiende la línea del tiempo?
¿Cuál es la dirección de estos atardeceres,
memorables e inspiradores?

¿A dónde me llevan como desbocado amante de la verdad?
Aun el sonido de las piedras en el río
son en sí, como una advertencia divina.

Como enigmas sombríos y sutiles…
Extenuación en un mundo de contrastes impávidos
casi semejantes pero a la vez distintos.
Traslúcidos e imaginarios como sombras
que se dejan ver para no opacar pero si entretener,
mientras me distancio de esta realidad inquisitiva.

Simbiosis imperturbable
como sinergia de espíritus,
como mar de decadencia.

Con un poco mas de dolor
para matar la fugaz alegría
de los que aun escucho llorar,
mientras también caminan a no “sé donde”
mientras 
un no “sé qué” naciente
lucha por no dormir…

¿Por qué sueño despierto?
Acaso no me enseñó la legalidad
y el altruismo a no entrometerme
con las lógicas discrepantes?

¿Por qué entonces camino como vagando
entre muertos vivientes?

Fulgores y destellos de realidades 
que no concibo entender.
Aun me dejo marcar por atardeceres intrépidos
que intentan regalarme un poco de paz
en esta batahola infernal.

Aun quiero caminar e insistir en regalarme
un poco más de esta guturalidad emocionante
en el monasterio de mi habitación
junto a los trastos que me hacen parir un poco de fe.

Vive Koheleth, larga vida…si, larga vida!

‎jueves, ‎14‎ de ‎noviembre‎ de ‎2013

A mi joven esposa.



El tiempo puede ser impertinente
cuando se trata de pensarte.
Pues me gusta perderme
en la alegría
de imaginar tu rostro
sin tener que preocuparme
en lo que pueda pasar o tenga que hacer.

No puedo olvidar esos ojos tuyos,
que me seducen.
No me gusta estar anclado a un antes
o a un después, sino,
como vivir en un eterno presente,
sentirte vibrar a cada instante.

Me gustan las fábulas,
admiro los cuentos,
disfruto las sonatas para piano y
me deleito en la libre poesía,
más he hallado, a esta altura de mi vida.
Con los años recorridos y el alma marcada,
que son tus besos lentos y sin prisa
los que me acomodan
las ganas de vivir.

Somos diferentes, tanto quizás,
y hasta quien sabe,
un poco más.
Pero de tanto pensar en
lo que nos separa,
termino dándole un nombre
a esa evocación inusual.

Verónica!!!

Dulce nombre que implica fuerza y coraje.
Nombre para llamarte y oírte.
Para sentirte y amarte.
Como los violines en su frenético crescendo.
Eres música que eriza mi piel,
danza por aprender y fuente inagotable de poesía.

Eres mujer, estas viva y quiero descubrirte!

Cuando mi alma se junto a la tuya,
perdí hasta mi sombra para ganar
un lecho de muerte junto al tuyo.

Delicia es a mis labios
pronunciar tu nombre,
ni el vino más delicioso
se asemeja al manjar de tus besos, que,
detienen el tiempo y el espacio.
Pues no hay cabida para otra cosa,
en esta aventura de amarte e
invadir tu universo con mi mirada.

Rodearte con mis brazos quisiera,
aunque me cueste la vida,
atreverme siempre quiero
a encontrarte cerca mío y
alcanzarte para no dejarte ir jamás.

Eres mi musa atrevida, des complicada y jovial
Pura, santa y amable.
Paciente, amorosa e incondicional,
Hermosa, valiente y piadosa.

TE AMO VERONICA!!!

*Un pecador llamado esposo.

miércoles, ‎27‎ de ‎agosto‎ de ‎2014,

Desamor (Versos...)


Me acaricia el viento
como si aun recordara el aroma de tu compañía…
tristeza no te vayas!!
Aun he de necesitarte!

Aun te busco en mis logros,
en los recuerdos de lo que fuiste,
en la sutura de mi alma que aun sangra,
una lágrima se me escapa de vez en cuando…

Así es este frenesí de recordarte y no tenerte,
me arrincona a la esquina indistinta de
lo que quiero y de lo que anhelo…

Te acepté como fuiste y te entendí hasta donde quisiste…
No espere nada que no naciera de tu esencia…
De tu rostro enamorado…
De la dicha de tus ojos miel.

Mi espíritu se alegraba cuando me mirabas…
Vaya!...amo tu risa y tus sollozos!
Te amo desde la cabeza a los pies,
desde lo que no eras y en lo que te convertí…

Te amé y me desnudé para que me entendieras y
anhelaras ser conmigo en esta eterna sinergia de los espíritus…

Cuando las sombras mudan a otra esencia y
cambiamos lo que somos,
por la oportunidad de las espinas…
Nos escondemos para olvidar,
pero nos persigue la ilusión y
el tatuaje de tu pasión aun me hace evocar…
Al rememorar tu compañía me olvido de la razón…
aun de ser objetivo…porque en el fondo aun te sigo amando…

No te busco, solo miro desde lejos.
Porque aunque tu pareces haberme olvidado ya…
desde mis pupilas ensangrentadas de tanto llorar
aun te miro con desesperación y quiero que honres la razón del amor

Aun te miro
Aun te recuerdo…
Aun me robas el aliento…
Te extraño!


‎jueves, ‎16‎ de ‎diciembre‎ de ‎2010


La necesidad de escribir bien




-Ponga la coma Fernando, no se la coma.

Era la frase de mi maestra de segundo grado, la señorita Eloísa. Valla como amaba aquella clase, me gustaba su voz, su elegancia al hablar, su tono, su energía.

Nunca podremos entender en toda su dimensión el poder de la palabra, cuando guiadas por un espíritu inquieto, sentimos esa gloriosa necesidad descriptiva de todo cuanto nos rodea, el estímulo de detallar los eventos cotidianos y el poderoso efecto de lo que decimos a través de lo que escribimos.

Desde la intención, la narración y el sentimiento, escribir y hacerlo bien crea una satisfacción para quien detalla ó encuentra estímulo en escribir acerca de un tópico. Aun los “no lugares”1, necesitan una descripción narrativa. Aun la imagen con todo y su poderoso efecto mediático, necesitan también una descripción de letras y consonantes que la modelen y definan su significado específico para una adecuada circunstancialidad.

Tal vez a lo que nos enfrentamos en la actualidad no es a la apatía a leer, sino que este encuentro cotidiano no es entendido, y el lector común pierde interés y por consecuencia se limita a lo está delante de sus ojos, muchas veces efímero.

La infoxicación, cansa y ofrece demasiadas posibilidades, a tal punto que no se disfruta “meterse en la mente de otro” que debe ser la intención de todo lector, esto es salir de sus fronteras geográficas y mirar a través de otros ojos el mundo y su dinámica.

Escribir bien detalla un evento en la historia, comunica la circunstancia y su pertinencia humana. Escribir bien es la psiquis del lenguaje entre humanos. Escribir bien es el idioma del corazón humano. Escribir bien es una urgente necesidad que no pasa de moda. Escribir bien es revolucionar el sistema. Escribir bien es una protesta bien pensada, escribir bien…es la vida misma.

Comunicadores sociales somos los misioneros del sentido común, la voz del que no la tiene ó se la apagaron y los mismísimos fabricantes de la historia.




1Una Antropología de la Sobremodernidad de Mark Auge

SHUKMA


Orar es la narrativa que buscamos y hallamos para expresar la vida.
No es que la tierra sea nuestra madre, pero esta cosmovisión no es errada totalmente. Solamente esta gritando desde mi páramo el resplandor de la Gloria de Dios.
Desde este frío que me cobija y me obliga a detenerme para contemplar no la triste imitación de la idolatría, sino al Dios vivo creativo, revelado y Salvador que gusta mirar desde arriba. Como el sentarse en las laderas de la montaña a amar lo que observas.
Disfrutarlo, vivirlo, sentirlo.
El viento del páramo debe ser como la brisa del litoral. Evoca recuerdos hacia mi conciencia, recordando el aliento divino.