El tiempo puede ser impertinente
cuando se trata de pensarte.
Pues me gusta perderme
en la alegría
de imaginar tu rostro
sin tener que preocuparme
en lo que pueda pasar o tenga que hacer.
No puedo olvidar esos ojos tuyos,
que me seducen.
No me gusta estar anclado a un antes
o a un después, sino,
como vivir en un eterno presente,
sentirte vibrar a cada instante.
Me gustan las fábulas,
admiro los cuentos,
disfruto las sonatas para piano y
me deleito en la libre poesía,
más he hallado, a esta altura de mi vida.
Con los años recorridos y el alma marcada,
que son tus besos lentos y sin prisa
los que me acomodan
las ganas de vivir.
Somos diferentes, tanto quizás,
y hasta quien sabe,
un poco más.
Pero de tanto pensar en
lo que nos separa,
termino dándole un nombre
a esa evocación inusual.
Verónica!!!
Dulce nombre que implica fuerza y coraje.
Nombre para llamarte y oírte.
Para sentirte y amarte.
Como los violines en su frenético crescendo.
Eres música que eriza mi piel,
danza por aprender y fuente inagotable de poesía.
Eres mujer, estas viva y quiero descubrirte!
Cuando mi alma se junto a la tuya,
perdí hasta mi sombra para ganar
un lecho de muerte junto al tuyo.
Delicia es a mis labios
pronunciar tu nombre,
ni el vino más delicioso
se asemeja al manjar de tus besos, que,
detienen el tiempo y el espacio.
Pues no hay cabida para otra cosa,
en esta aventura de amarte e
invadir tu universo con mi mirada.
Rodearte con mis brazos quisiera,
aunque me cueste la vida,
atreverme siempre quiero
a encontrarte cerca mío y
alcanzarte para no dejarte ir jamás.
Eres mi musa atrevida, des complicada y jovial
Pura, santa y amable.
Paciente, amorosa e incondicional,
Hermosa, valiente y piadosa.
TE AMO VERONICA!!!
*Un pecador llamado esposo.
miércoles, 27 de agosto de 2014,
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