viernes, 28 de marzo de 2008

“Sensación de Suicidio”

Han pasado años ya desde que intenté adornar mi Kráneo con una bala. Eran tiempos difíciles, fue kuando me hice amigo íntimo de la depresión y enemigo de oír consejo alguno.
Fue una etapa de sensaciones konfundidas, sinsabores familiares, decepciones amorosas y vacíos existenciales.
Korría por mis venas el furor de la poesía. Pero aun esto no podía kitarme la mucha amargura que traía dentro, era komo una rabia que me konsumía, un odio ha todo lo establecido un deseo de destruir y akabar con todo aún konmigo mismo.
No entendía porke al intentar asesinarme no se consumía el akto, siempre pasaba algo y no se daba el anhelado deceso de mi existencia. Dios santo kería morirme!!! Ya no soportaba la presión!!!
Vagamente lograba entender las cosas a mí alrededor. Los panas, mí amada colección de metal, mi estereo, mis libros, mi sórdida habitación y mis pesadillas. Todo me iba arrinkonando a una pesadez cada vez mayor, mis días ya no tenían sentido, vivir me askeaba por kompleto.
Era esta sensación que me aturdía, no me dejaba pensar. Fue Jesucristo kien tuvo que atormentar a mis Inkisidores mentales y traerme la esperanza de un amanecer brutal.
Casi al anochecer de mi existencia fue Jesucristo quien logró darle sentido a mí vivir y no me avergüenza Konfesarlo. ¡¡Me llena de mucho orgullo gritarlo!!
Aún, hoy, en medio de tanta hipokresía y kulto a las cosas (métodos, ética, estética, conocimiento, sensaciones, relaciones, etc.) me decepciono e indigno konstantemente, pero la diferencia es ke Dios me vivifika con el poder de su fuerza, la misma fuerza y el mismo poder con el ke hizo los cielos y la tierra. No te estoy pidiendo ke entiendas lo ke te platiko, sé ke es imposible, pero puedes probar entregándote al Supremo Emperador, al verdadero amo de la Eternidad.
Entrégale tu corazón hoy no esperes más. Allí mismo donde te encuentras ahora. Guíate con este lamento:
“Padre Dios konfieso ke no entiendo lo ke me pasa, pero no me importa, siento ke me llegó la hora, este es mi momento. Hoy y akí te entrego mi korazón a tí Jesukristo. Báñame con tú sangre santa y perdona mis perversidades. Ayúdame a seguirte, a amarte y a vivirte. Desde ahora tú eres lo más importante para mí. Espíritu Santo envía tu fuego por mí, lo espero ahora mismo... yeah!!!”

Si hiciste esta konfesión de korazón bienvenido seas al ejército élite de Dios, hoy te has konsagrado como un guerrero del Altísimo. Te ha sido komisionado amarle con todo tu ser al Salvador. Te ha sido entregada la autoridad para entender las Kortantes Escrituras, amar a tus hermanos de la fe, vencer las obras de satán y extender el Reino de Dios, devastando a kada paso todo argumento ke se levante en kontra del Konocimiento del Señor.

¡¡LEVANTATE Y LUCHA ESTA ES TÚ PELEA GUERRERO DE DIOS!!