Es el viento
Que aun recorre mi cara,
Faz ke un tiempo olvidé para esconderme
En el llanto de una vida comprada.
Lágrimas sin tiempo y enojo,
Comparando ánimas
Que se fueron
Que dejaron un espacio
Una huella imborrable.
Bienvenido gran Espíritu.
Un día, no sé cuando te olvidé
Y cedí al averno de fabulas siniestras.
Mi cuerpo dolido no encontraba paz
Y buscaba en mil inconsistencias
La forma de adornar mi devenir
Y huir de esta agonía…
…gracias por encontrarme Nazareno!!