Cuando te das cuenta y te afirmas en esta espiritualidad de voces guturales y música estridente.
Franca batalla contra tu ansiedad.
Evocando en silencio y soledad al único Maestro que nos entiende y da sentido a nuestro peregrinar en este mundo.
Al único Dios encarnado que se identifica con nuestro dolor y nos estampa valor al decidir comunicarse con nosotros.
Eterno e infinito, insondable y a la vez accesible.
Señor de Señores tu eres mi Dios!