lunes, 19 de octubre de 2015

Un hombre, su misión y revolución.

               “Por un Underground Ecuatoriano justo, solidario y que nos dignifique.”





“Hoy los valores tergiversados
confunden todo lo que encuentran a su paso
y te condenan porque la esencia de lo que somos
lo refleja tu apariencia”

(LOGOS-Marginado, a través de los tiempos



A Juan lo conocían como el “bautista”, vaya apodo ¿cierto?
Pero lejos de esta actividad que el realizaba, era el estilo de vida que llevaba. Revolucionario, contra-sistema, opositor al gobierno y líder popular. Desde su vestimenta, melena y comida era muy original, vestido de cuero en tremendo sol y no precisamente comiendo hamburguesas en Mc. Donald...
¡vaya que vida!

Sus días habían sido marcados (como hacerse un tatuaje) desde niño, ya no podía ser el mismo, nunca más lo fue. Persiguió un ideal revolucionario, se esforzó y dio su vida para ello.

Mucho se ha dicho que la mayoría en opinión no tiene la razón. Y es que en cuestión de democracia la mayoría más uno gana, pero para este camarada era más importante lo que hacía y decía que se las jugó totalmente por lo que creía. Multitudes lo seguían, otros tantos se oponían a lo que decía, en especial algunos políticos demagogos, los hipócritas y el clero Judío. Otros dicen que las verdaderas protestas no son en silencio. Precisamente fue lo que hizo Juan, no calló, levantó su voz, no claudicó ni se dejó atemorizar.
Como diríamos en Guayaquil “Eshe man no tiene pelos en la lengua”.

Puso su vida como ejemplo vivo de lucha. Inclusive dudó como algunos de nosotros cuando nos empeñamos en hacer que este mundo sea más justo y solidario. Pero con todo y eso no se detuvo.

Creo que si Juan viviera hoy fuera un rocker, con ese espíritu social y protestante. Más creo que algunos somos así, por eso nuestra inconformidad con el sistema y siempre en lucha constante por los ideales que no mueren, justo allí está nuestra música y el arte.

Nuestra apariencia molesta a unos cuantos, pero en el fondo nos admiran y ya quisieran ser como nosotros. Nuestro corazón es guerrero, ya quisieran tener esta nuestra fuerza. Más también es cierto que si protestamos sin sugerir soluciones hemos errado nuestro propósito por el cual somos y existimos.

Seamos quiénes somos y no claudiquemos, no desesperemos ya que el sol sigue brillando para todos. Sea con melena ó sin ella, con perforaciones o no, tatuado hasta el alma como escondiendo nuestro arte por reglas estéticas absurdas…pero peleando tal como lo enseñó e hizo Juan el bautista.


¡Existimos y seguimos en guerra contra este sistema en dekadencia!

*By: Koheleth Pereira López.