lunes, 7 de diciembre de 2009

Lo absurdo de esta vida y sus incongruencias






Detestamos la injusticia, pero pactamos con ella cuando nos conviene. Destino humano es este presente. Hace falta un buen metalero en cada hogar, en cada empresa. Con nuestra  sola presencia las personas saben y no pueden ignorar, aunque eso pretenden, que hay un mundo diferente al cual están ignorando. Me gustaría apropiarme de la sentencia bíblica que enuncia:
“Somos la sal y la luz del mundo”, aun somos y seguimos ejerciendo nuestra presión social. Aun creemos en los ideales que nos presionaron a existir.
Escuche a un devoto religioso decir en estos días a sus seguidores:
“¡¡El fin del mundo se acerca…arrepiéntanse!!”
Eso me llevó a meditar y de inmediato dije para mis adentros:
-el fin del mundo se acerca?
Valla que inconsistencia!
El mundo empezó a envejecer y nuestras incongruencias a matarlo de a poco. Dejamos que los absurdos tomen el rol principal y nos vendemos a dioses modernos, nuevas formas de idolatría, modernos nichos de perdición embadurnados con las teologías de turno.
Volvamos a la Cruz, al Cristo histórico!!!