martes, 21 de noviembre de 2017

Para mi Salvador...


Mientras otros caen en diversas tentaciones y 
se quedan caídos odiándote sin razón ni sentido.

Tu no permites que yo vague herido por 
el camino del odio a Tu Nombre. 

Tu me amas, Tú me buscas y sanas mis heridas. 

Me enseñas sabiduría y me liberas de la necedad.

Tú me acercas a tu pecho y 
me abrazas con fuerza,
no me dejas contemplar a
 los tercos en su desvarío infernal.

Me guardas y proteges del instinto animal,
me llevas a casa para disfrutar tu compañía.

Solo tú eres mi Dios!


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